Eran tiempos gañanes de espaciadas ideas,
de deseos cargados de infidelidades y traición.
Momentos de tentaciones que nos vencían,
de duelos indemnes de teñidas injurias.
Y existíamos en todas las idas y venidas de las parcas
en temerosas acciones derrotadas.
De hermanas que se mecen en tu silencio
y de noches convertidas en desastres.
Pesadillas de crepúsculos escarnecidos
Así sentí las noches de rugiente vela.
Noches que sabes que te espero.
Noches que algún día,
compartirías conmigo sin saberlo.
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