es un sonar alejado de todo.
Saber que me amas
fue un susurro desviado a ninguna parte.
Fue el amargor de quien dijo tu nombre desde lo alto
y luego en caída libre,
aspiró tu aire en mitad de las noches.
Zumbido apartado de muchos,
Eres la amiga, la amante y la madre.
Caricias expertas rozadas de palabras.
Un te necesito insolvente
gritó mi nombre
en vanas monedas
de vahos de estambre.
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