Si un día me faltas,
aceptaré lo que suceda
barriendo
tu marcha con mis lágrimas.
El día que faltases,
miraré al cielo
buscando tu estrella
entre los cielos.
El día que te vayas
mi mano
apretará con fuerza la tuya,
buscando
tus ojos entre los míos.
Cuando no estés,
sabré
que me estarías esperando
allá donde vengas
allá donde pares.
El día que faltes,
mis poemas
rezarán tu ausencia,
mis versos te harán eterna,
inmortal.
Cuando te vayas
se oirá mi grito
entre las sombras eternas.
Esculpiendo
tu nombre en el aire;
si un día me faltas,
si un día me precedieras,
si un día te marchases.
Precioso.
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