Sentir tu abrazo
es renovarse cada día
cada momento.
Cada lágrima vertida
es limpiarse
pensando
que todo se arreglará.
Saber que estás ahí
hace
que no haya barreras y puentes
que me rompan.
Escribirte un poema es
convertir en letras
un millón de miradas,
nuestros recuerdos,
nuestras risas,
nuestras palabras.