Dime que puedo ofrecerte.
Nada tienes que darme,
porque entregaste tu sonrisa
tu presencia
tu apoyo.
Dime si estoy.
Siempre estuviste,
nunca desertaste,
jamás te rindes.
Siempre estás.
¿Por qué entonces te pienso?
Será
que nunca me fallaste,
será
que juntaste mis pedazos
con tus lágrimas de recuerdo
en el barrizal de la nada.
Maravilloso.
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