No me digas
lo que deseo escuchar.
Quiero solo la verdad
despojada de toda
falsa vestidura.
Sé sincera
aunque tus palabras duelan
como un metal al rojo.
No temas
en poner tus ojos
en los míos.
Porque quizás
prefiera eso
a un carnaval
de falsas sonrisas.
Deseo de ti
la nuda verdad.
Para poder así
dejar cerradas,
las puertas del pasado
de ignorados presentes
y extraños futuros.
Bellísimo.
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