Hay nombres que yacen
en tierra de nadie,
en tierra de ninguno.
Hay días que es mejor
que eche el sol una carrera
poniéndose cuanto antes.
Hay momentos
que lloras y lloras
sin saber los motivos.
Hay veces que el alma
ve el cuerpo como una cárcel
de la que hay que liberarse.
Hay días malditos
pero que tienen final
dando paso a mejores días.
Es cuando has de erguirte;
no capitular
y tirar hacia delante.
Bellísimo.
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