De nuestros primeros verbos
de nuestras primera impresiones.
Un relato de horas
que parecieron segundos.
Yo te contaba,
tú me decías y decías.
Mientras ellos hablaban.
Un choque de manos
un adiós insincero.
Un intercambio de números
de posible contacto.
Pasan los días
una llamada,
un café,
un paseo sin brazos.
De risa libérrima
de ingeniosa palabra.
Y después
la emoción del primer encuentro.
La primera caricia
la primera sonrisa.
Todo se desborda .
y las sensaciones afloran
con su imprevisto mensaje
de tranquilas notas
y discretas palabras.
Bellísimo
ResponderEliminar