Tu mirada inundó el vacío del cuarto,
tu mirada robó la mía,
tu cortesía ató mi esencia.
Saludas sin que averigüe tu enigma,
sin que sepa tu mente
sin conocer tu deseo.
Quiero tu sonrisa entre la mía,
quiero tu espíritu jugando en mi mente,
deseo que mis versos abran tu alma en canal.
Dame tus te amos prohibidos
que tus rodillas toquen las mías
y que tu mirada todo lo diga.
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