Me voy pero tú quedarás,
y una sonrisa enmarcará mi vida.
Seguiré soñando
mientras renuncio;
y el piano seguirá tocando después de mí.
Tu retrato me sonríe en la sala
sus pupilas me reflejan.
Aquella foto de hace años
testigo de nuestro encuentro.
Una llamada nos separó
y el túnel cerró su acceso,
te llamé,
me llamaste.
Y el piano derramó sus notas
enviándote nuestra canción.
Piano que la vio tocar
piano de mis recuerdos,
seguirás tocando cuando me vaya;
ya tornada nuestra ilusión
en sonoros vendavales
y en callados poemas.
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