Escucho nuestra canción
y un recuerdo
se abre en forma de saludos.
“¡Tanto tiempo esperándote!”.
Un beso cargado de iones,
una caricia en tu mente
y un amor eterno
en forma de invisibles mensajes.
“Caprichoso azar”
mutado en distancias.
Mares eternos,
islas vírgenes
llamadas de un millar de nombres,
donde una Eloisa
espera mi antepenúltimo aviso.
Y así me siento al amarte.
Escuchando nuestra canción,
sintiendo tu calor de periplos
en los que “no te busqué,
ni me viniste a buscar”.
Éste poema y ésta canción es "redonda"....es completísima y si estuviera dedicada a mí estaria muy dichosa porque es ,repito:redonda....
ResponderEliminar