Estoy junto a ti.
Cuando miras al cielo para hablarme,
cuando el peligro roza tu cara esquivándote,
cuando piensas que soy importante.
¿Qué podría hacer para salvarte?
¿qué podría hacer para abrazarte?
Mi hombro siempre guardará tus lágrimas,
regando la cosecha fértil de nuestra amistad.
Y estaré junto a ti
ni lo dudes.
Mientras mi hombro se moje con tus lágrimas
y mientras haya un cielo
desde donde puedas hablarme.
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