Me mandas tus avisos,
me recuerdas y dices quererme.
Es la ausencia de un amigo,
es el saber si nos veremos,
es amistad quebrada en distancias
en mundos perpendiculares y a la vez paralelos.
Recuerdo tu rostro
y sé que este no será mi último poema,
nunca será lo que deseemos que sea
lo que nos digamos,
lo que sintamos.
Me faltan tus líneas de rasgada mirada,
de cobre sentido,
de recuerdos profundos
de risas mecánicas.
Separaciones que algún día
mutarán en reencuentro.
Hoy recé por ti,
hoy te sentí más que nunca
tu peligro es mi peligro
y tus éxitos...
también serán los míos.
Porque al menos hoy
sé que no será tu último poema.
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