En 1760, James Macpherson, un joven profesor escocés de veinticuatro años, publicó en Edimburgo Fragmentos de poesía antigua, recogidos en las Tierras Altas de Escocia y traducidos de la lengua gaélica. El libro recogía 16 poemas breves atribuidos a un bardo celta del siglo III llamado Ossian. La obra fue un rotundo éxito, ya no sólo en el Reino Unido, sino también en la Europa de la época, llegando a influir en el romanticismo europeo. Al año siguiente, Macpherson recibió una subvención para que viajase a la Tierras Altas de Escocia en busca de más poemas de Ossian, y los encontró publicando un poema épico y más poemas.
La obra fue traducida a todos los idiomas y llegó a todos los rincones de Europa. Se hicieron eruditos estudios y le salieron imitadores que hicieron obras del estilo de esos poemas y no faltaron discípulos de Ossian. El bardo celta estaba en boca de todo el mundo intelectual de Europa.
Cuando Macpherson murió en 1796, alguien se percató que el descubridor de Ossian jamás enseñó los documentos escritos que, supuestamente, había traducido. Bastó tirar un poco del hilo para comprobar que, en realidad, los poemas los había escrito su presunto descubridor basándose en leyendas escocesas. La polémica siguió hasta bien entrado el siglo XIX mientras que Ossian el poeta que nunca existió inspiró a la literatura romántica éuropea.
James Macpherson |
Cuando Macpherson murió en 1796, alguien se percató que el descubridor de Ossian jamás enseñó los documentos escritos que, supuestamente, había traducido. Bastó tirar un poco del hilo para comprobar que, en realidad, los poemas los había escrito su presunto descubridor basándose en leyendas escocesas. La polémica siguió hasta bien entrado el siglo XIX mientras que Ossian el poeta que nunca existió inspiró a la literatura romántica éuropea.
interesante, siempre había escuchado y mencionado esa frase "el poeta que nunca existio", sin saber nunca la verdadera historia
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