Cuando se quiere
nunca existirá un límite.
El amor es puro,
transparente;
carece de cristales opacos
cargados de ideas.
Cuando se ama
se mira a los ojos a la otra parte.
No existen colores prohibidos,
tan solo el verde llamada,
el rojo divertido
y el azul descanso.
No hay normas que proscriban querer
no hay ritos que impidan amar.
Tan solo dos.
Ojos frente a ojos,
labios frente a labios
y un abrazo
que marque una unidad.
Bellísimo.
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