Admito que hoy he llorado.
Pero no ha sido de tristeza
por primera vez.
Lloré,
sí, lloré.
Porque me quieres
y tu mirada
llena mi yo
llenando su copa
hasta desbordarla.
Hoy mis lágrimas
reflejaban por vez primera.
alegría.
Por un intenso amor,
llegado a mí
como compensación,
de tanta tristeza en soledad
y tantas
lágrimas derramadas,
de negro color
con sabor a derrota.
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