Éramos soldados
sin saberlo.
El frente era la vida
y las armas
nuestra paciencia.
Fuimos guerreros.
En una batalla
sin instrucciones
ni reglas.
Éramos soldados
sin fusil
sin uniforme.
En lucha continua contra todos
y en perenne combate
contra nuestros demonios.
Bellísimo
ResponderEliminar