Estoy solo ante las ventanas
no hay horizontes
solo tu cara
solo tu andar
solo tu falta.
Y las calles ya no están
la ciudad ha roto su metamorfosis
¿Donde fueron sus nombres?
piedra a piedra
quilate a quilate.
He borrado tu voz de mi mente
no recuerdo como suena.
Pero siento
tu mano cuando me acariciaba
diciendo adiós.
Veo tus ojos humedecidos
despidiéndose;
ignorando
el caudal eterno
de palabras serenas
silentes
que te aguardaban.
Y hoy descubres cada noche
zafiros inacabados
de palabras que no sabías.
De ojos negros
que me negaba a ver llorar.
De portales permitidos
en aquellas calles de eternas risas
y rasgadas carcajadas.
Los caminos se separaron.
Ahora corren paralelos
pero se ven en un horizonte
donde ya no está tu cara
ya no está tu andar
pero sí tu falta
tus palabras
y tu eterna ausencia.
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