Hoy tu cara se vuelve al mar
mar de un millón de historias
mar que lo dice todo
el mar
de rápidos pensamientos
y eternas interrogaciones.
Y miras al horizonte
barriendo los nunca,
preguntando al todo.
Con tu eterna sonrisa
aspirando su lacustre aroma
de salitres y memoria.
Es el aire
el que mece tu pelo
en forma de prohibida caricia.
Es cuando
su brisa te acaricia,
te envuelve,
te besa.
Preguntándome tu historia
sin querer la respuesta.
Y entonces
te envío mis versos
ante un retrato
en que mirabas al mar
mar eterna
de cien horizontes
con un millar de historias
y cinco mil respuestas.
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