Ya en su momento, critiqué la obsesión que tiene la izquierda española con la figura del anterior jefe del estado. En el artículo que publiqué en Junio de 2011 en este mismo Blog, dejaba bien claro mi opinión y sobre todo, recalcaba que lo único que había que hacer era olvidarlo.
Véase ¡QUE OBSESIÓN TIENEN CON FRANCO!
Pues ahora, a punto de efectuarse un cambio de gobierno, cuando la crisis acentúa sus zarpazos en el ciudadano de a pie y que nuestras arcas públicas se encuentras exhaustas por el despilfarro de esa misma izquierda en el gobierno anterior, ahora y no antes; una comisión nombrada por el actual gobierno en funciones, recomienda la exhumación de los restos mortales de Franco del Valle de los Caidos y los de José Antonio Primo de Rivera.
No voy a entrar en valoraciones políticas sobre el tema, pero sí he de dar mi opinión del hecho en sí tal y como están las cosas a día de hoy. Cuando Franco fue enterrado, quien esto escribe, junto con millones de españoles, vi en directo, por televisión, el entierro del que fuera todopoderoso jefe del estado. Lo que más me impresionó fue la gigantesca losa con que se tapó la tumba la cual tuvo que ser movida por una grúa especial. A continuación los bordes de la losa, cuyo peso habría que medir en toneladas, fueron soldados con plomo, cerrando, de esa manera, la tumba herméticamente.
Si eso se tuvo que realizar para el entierro ni me quiero imaginar lo que habría que hacer para levantar, no una, sino dos tumbas de esas características.
¿Sabemos lo que costaría en euros semejante operación que saldría de nuestros vacíos bolsillos? Si la situación económica no está para alegrías menos está para tonterías y exhumar un cadáver, por saciar un inútil revanchismo, lo es. Por el momento otros son lo problemas a solucionar.
El paro, la crisis económica, y los dramas personales de muchas familias españolas se resuelven, no precisamente exhumando cadáveres, por muy políticamente correcto que resulte.
¿Sabemos lo que costaría en euros semejante operación que saldría de nuestros vacíos bolsillos? Si la situación económica no está para alegrías menos está para tonterías y exhumar un cadáver, por saciar un inútil revanchismo, lo es. Por el momento otros son lo problemas a solucionar.
El paro, la crisis económica, y los dramas personales de muchas familias españolas se resuelven, no precisamente exhumando cadáveres, por muy políticamente correcto que resulte.