Entre las piedras descarto mi recuerdo;
silencio mis anhelos de tu nostalgia.
Siento tus dudas entre mis líneas.
Niegas tu abrazo,
el reecuentro de dos camaradas.
No comprendes tu mar de dudas
no te puedes creer nada.
Piensas que quieres llamar,
llegar,
acudir.
Mientras tus ojos recuerdan sus noches
de billares
de músicas abrazadas;
y los ojos negros retornan
que te llaman
te señalan.
Gritarás mi nombre entre vigilias,
dudarás de mi existencia
en aquella ciudad de las piedras.
Te has quedado sin palabras,
de cómo no entendiste
que sólo tú podías
romper
mi coraza.
Bellísimo.
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