Me siento
un intruso en mi propio cuerpo.
Siento
como la nave parte
sin un trozo de mi.
Estoy raro
extraño, culpable.
Sin moverme
con la parada
de las cosas inusuales.
Quiero
gritar, rebelarme.
Y solo
se oye un gutural silencio
que me dice
que empezó la cuenta atrás.
Sin precisar
el número de cifras
del tiempo que queda.
Bellísimo
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