ALMA QUE LLEGAS AL ALMA

Alma que llegas al alma
alma que finjes y lloras;
alma que llamas a alma.
Dime qué pasa.
Dime qué ocurre;
cuenta tu historia.

Te mueves en mi dentro
en eterna y estéril lucha.
Alma por la que vivo.
Dime qué ocurre,
cuenta tu historia.

Existes porque existes,
juegas conmigo a todas horas.
Alma inmortal que en ti creo,
dime qué pasa
cuenta tu historia.

Alma que eres alma
jamás fantasma,
jamás espectro,
nunca sombra.
Sigue moviendo mi vida
y ayúdame
a contar mi historia.

UN DÍA, AQUEL DÍA

Un día
conociste a un bardo
que leyó tu mente
y tus palabras.

Un día
un poeta irrumpió
en una vida
llena de pasión
recuerdos,
pasado.


Y los poemas
salieron solos
en fuente eterna
de pálidas palabras.

Y bebiste de ese agua;
amaste,
tus brazos
rodearon un cuello.
Tus manos
acariciaron un rostro
 y tu sonrisa
acarició una mirada.

Y todo
porque un día
un poeta
irrumpió en una vida
llena de recuerdos.
Mutando en futuros
una historia llena de vida
cargada de pasados.

EN LA CALLE LOCURA, EN LA CALLE DEL SIEMPRE

En la calle  locura
hay un cartel
con mi nombre.
Cuando pienso en tu alma,
cuando mi espíritu
ruge
veloz a tu encuentro.

En la calle locura
hay una fonda.
Allá estaré
bebiendo tu ausencia,
soñando contigo,
amándote siempre.

En la calle del siempre
está puesto tu nombre.
Porque siento
lo que nunca sentí;
porque río
lo que nunca reí
y te sueño
como nunca soñé.

Y allí me verás
esperando
con mi sonrisa
mis poemas
y mis manos
deseando tu abrazo.
En el barrio te quiero
entre calle locura
y la calle del siempre.

RESURRECCIÓN

Dime lo que pasó
si eras testigo.

Su ojos abiertos
miraban al lejos.
Su piel
era blanco apagado,
su pecho
era inerte.


Todo era silencio
nada era vida.
Setenta y dos  horas.
Unos lloraban
otros rezaban.
Nadie creía.


Dime lo que pasó
si eras testigo.
 
Una mano invisible
se acercó a su cuerpo
tocó su cara
sus ojos, sus labios
su pecho.
Dejando en su frente
un beso de vida.

Dime qué pasó
si eras testigo.

Una luz
le envolvió por dentro,
Los párpados obraron,
las lágrimas volvieron,
movió su pecho.
Irguiose su tronco
sus pies respondieron.

Y se acercó a su deudos
porque una mano invisible
devolvió su destino,
restauró su vida
le devolvió sus miedos.

TE DOY MI PALABRA

Te doy mi palabra
que si te precedo
sabré esperarte.

No tengas prisa
sigue adelante.
Lucha,
ama,
canta.
Porque
sabré esperarte.

Te doy mi palabra
que partiré
con tu nombre entre mis labios.
Y que estaré
en la otra orilla,
aguardando tu barca.

Pero no tengas prisa.
Solo siente,
recuerda
y ama.

Porque te doy mi palabra
que si te precedo
sabré quererte,
sabré amarte,
sabré esperarte.

TU HECHIZO

Has dejado tu hechizo
en cada sonrisa
que me regaste.
Tus caricias
limpiaron mis conciencias,
sembraron la vida
zanjaron mi rabia.

Y acudo a tu encuentro
porque nadie
me dice
te quiero como tú me lo dices.
Porque nadie me entrega tus brazos
como lo haces.
Y tus labios
desaparecen
entre los míos
cuando nos besamos

Surge un hechizo
de magia blanca,
cuando entras en mi vida,
en cada reencuentro,
en cada poema,
en cada palabra.

EN FORMA PRESENTE EN FORMA DE REGALO

Dios un día
me envió un regalo.
No tenía lazos
no tenía papel de colores.
Llegó por sorpresa,
sin tarjeta
sin fechas.

Tenía tu sonrisa,
tus ojos,
tu caricia,
un te quiero.
Tu abrazo.

Te puso en mi vida,
delante;
ese fue mi regalo.

Me hizo mover
mi dentro,
descubrí las lágrimas,
descubrí la vida,
la pasión,
el alma.

Y sentí
tu abrazo en mi yo;
sentí
el cerrar de viejas heridas.
Y al final
era hombre
de carne y barro
de esencia y alma.

Y todo ello
porque un día Dios
escuchó mis versos y palabras,
y te envió a mi vida
quizás como reparación,
o tal vez
en forma de presente,
en forma de regalo.