Vosotros dos
que llenáis mi dentro
mi todo.
Que saciáis mi vida
cuando creo tirar la toalla.
Vosotros dos
que me convertís
las horas en segundos,
que me obligáis
a sacar mis historias
antes de dormir.
Vosotros dos
de divertidos paseos
de cuentos
y hadas.
De preguntas sinceras
de achuches profundos
que saben a reencuentro.
Vosotros dos
que llegasteis a mi vida
para quedaros.
Amor perpetuo de padre;
gracias por haber llegado,
gracias por ser vosotros,
gracias por vuestra risa,
por vuestro cariño,
y gracias también
por vuestro abrazo.
Excelente.
ResponderEliminar