En el medio de mi vida
hallé tu rostro.
En el medio de la gente
llegó tu sonrisa,
tus ojos,
tu cara.
Y ahora
tu recuerdo me persigue
las noches se alargan.
Pensando en largos paseos
de tardes largas;
de miradas cómplices,
en medio de bosques,
en mitad de las flores.
De manos que se estrechan
eternas,
fuertes,
pegadas.
Y ojos que se enfrentan
en frenética batalla
incrédulos,
alegres,
felices.
Y el paseo
sigue para nosotros
en el medio de mis sueños
no quiero abrir los ojos
deseo que sigas de mi mano.
Me niego con furia
a despertarme
porque
en el medio de mi vida
hallé tu rostro.
llegó tu sonrisa,
llegó tu alma.
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