Hallé tus ojos entre la gente
escuchabas,
pensabas,
vibrabas.
Y las palabras
salían a tu encuentro
y los versos
se detenían en el aire.
Y entonces encontré tu cara
hallé tus ojos,
y estudié tu alma.
Y desde entonces
la curiosidad me sigue,
me atosiga
me incita.
¿Quien era?
¿por qué?
¿donde?
¿cuando?
Y porque te encontré ese día
deseo
saber de ti más cosas
saber que no fuiste un sueño
sino una sonrisa
entre todas mis palabras
y en el medio de mis versos.
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