cuando tu cara me sonreía.
Y tus palabras regresaban
porque te soñaba,
te creía,
te pensaba.
Y tu alma salía en nuestra busca
pensando una vida extraña
de quien un día me dijo
mil palabras
mil encuentros
y un millón de excusas.
Y tendré una corona de reina
para cada día de tu vida
y las distancias
serán pasado.
Tu rostro se hará presente
y tu beso
se llamará futuro.
Hoy mi mente
ha volado libre entre nadas
porque tú existes,
porque sé que quiero,
porque sé que siento,
porque soy humano.
Bellísimo.
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