Deseo envolverte en el aleo de mis frases
entre mis versos
entre la cadencia de mis palabras.
Quiero rozar tu oído con lo que te escribo;
deseo que descubras lo que siempre existió.
No quiero ciudades del recuerdo
deseo que las piedras de la ciudad me hablen
que me recuerden tu nombre
y digan yo.
Ya no habrá llamadas a lo lejos,
ni sorpresas a medio plazo.
Y sin embargo
las palabras suenan con rabia
retumban y me lloran,
porque siempre exististe
entre jueves de fiesta
de noches lluviosas
de ascensores que marchan.
Mientras
seguimos ahí,
a lo lejos
pero juntos.
Mirando nuestros retratos
frente a frente
memoria contra memoria.
Y porque me lees
juro que escribiré con más fuerza
porque no te di en el pasado mi presencia
pero te daré mis versos
y también mis palabras
frente a frente
recuerdo a recuerdo
memoria contra memoria.