La vida avanza
en tortuosas naves desdentadas.
Llegan los días
y yo no saldré del ayer.
Vive el alma en el olvido
rueda la tierra inerte,
y yo nunca podré amarte, nunca podré olvidarte.
La vida se recicla
a pasos de gigante enano.
Me ves mi cara
me das el beso de la vida.
Nunca volveré a verte,
mis lágrimas asaltan mi garganta,
mi mirada es esparto
y ya nunca podré quererte.
El látigo es duro,
me duele la herida
nadie está a mi lado.
La nostalgia aparece,
veo tu cara, toco tu cuerpo.
La piedra es pesada
el cariño se extingue
y yo deseando tenerte, deseando quererte.
Y cuando esté triste ¿quien me consolará?
Cuando me invada el desamparo ¿quien me protegerá?
Cuando el cuerpo quede sin espíritu ¿quien me velará?
Cuando todo sea ceniza ¿quien me recordará?
Gira el sol en la espesura
llora un roble al no verte
y yo nunca te tendré, nunca podré olvidarte.
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