MAGNOLIAS PROSCRITAS

Necesito alas para volar adentro

para buscarte

para hallar lo nuestro.

Es un circo que busca magnolias clandestinas,

son erratas de ígneo recuerdo

que susurró la locura de los faunos

de olimpos que inventaron su historia.

Quiero verte,

decirte,

llamarte.

Mentes que dejaron su estampa,

estaños teñidos de ron,

tequilas tostados por fuegos.

Siente tu nombre en el karma

y siente la lluvia del no.

BAILE QUE VIVES, BAILE QUE SUEÑAS

Frenético baile que me mueves
pasos sincopados que arrastran.
Me muevo entre pensamientos que se escapan,
entre furias desatadas
entre notas desenrolladas.

Los huesos duelen,
la cabeza estalla.
Pero sigo en el baile,
los pies no se rinden.

La música me dice sigue
los demás me dicen regresa.
Pero no puedo,
porque tengo que seguir en el baile,
porque he de soltar sus cuerdas.

POETISA SILENTE

Busco las hojas de mis árboles
de las historias que dijeron lejos
y prefirieron sigue.

Y diviso el alto de las montañas
y atravieso las mesetas en tu busca.

Quiero regalar un alma
deseo dejar los noes, los jamases,
los nunca.

Y me alzo regando mi histora deshilachada
en parches de juicios falsos
de ciudades de piedras que siguieron
que ya no hablan.

Son caprichos humanos del que escribe;
dejando jirones de poemas
de lágrimas de victoria,
de casillas con fotos,
y recuerdos que siguen.

Y la poetisa sigue con sus versos
pensando en su tierra,
en sus vidas, en lo que siente.
Desgrana palabras en trémula canción,
en calladas palabras.

Se alzan los telones,
emergen canciones,
los poemas,
los aplausos,
y la poetisa sigue amando,
sigue callada,
y sigue escribiendo,
quizás un pasado
quizás un poema.

OSSIAN, EL POETA QUE NUNCA EXISTIÓ

En 1760, James Macpherson, un joven profesor escocés de veinticuatro años, publicó en Edimburgo   Fragmentos de poesía antigua, recogidos en las Tierras Altas de Escocia y traducidos de la lengua gaélica.  El libro recogía 16 poemas breves atribuidos a un bardo celta del siglo III llamado Ossian. La obra fue un rotundo éxito, ya no sólo en el Reino Unido, sino también en  la Europa de la época, llegando a influir en el romanticismo europeo. Al año siguiente,  Macpherson recibió una subvención para que viajase a la Tierras Altas de Escocia en busca de más poemas de Ossian, y los encontró publicando un poema épico y más poemas.

James Macpherson

La obra fue traducida a todos los idiomas y llegó a todos los rincones de Europa. Se hicieron eruditos estudios y le salieron imitadores que hicieron obras del estilo de esos poemas y no faltaron discípulos de Ossian. El bardo celta estaba en boca de todo el mundo intelectual de Europa.

Cuando Macpherson murió en 1796, alguien se percató que el descubridor de Ossian jamás enseñó los documentos escritos que, supuestamente, había traducido. Bastó tirar un poco del hilo para comprobar que, en realidad,  los poemas los había escrito su presunto descubridor basándose en leyendas escocesas. La polémica siguió hasta bien entrado el siglo XIX mientras que Ossian el poeta que nunca existió inspiró a la literatura romántica éuropea.

    



EL CRIMEN DE COMPOSTELA , YA ES SUFICIENTE POR FAVOR

En mi querida ciudad de Santiago de Compostela y a solo tres meses de la tragedia de Androis, una niña de doce años ha sido asesinada. No voy a referirme a datos que son demasiado conocidos. En estas jornadas tan tristes, todo el mundo ha jugado a detectives, ha jugado a sociólogos e incluso a psiquiatras para entender qué es lo que realmente ha pasado. 

En el momento de escribir estas líneas, sus padres están en prisión como presuntos (repito: presuntos) autores. Eran gente conocida y muy apreciada en la ciudad del apóstol;  nadie del mundo compostelano lo puede entender.

Ante una sociedad conmocionada por los hechos, los medios de comunicación han hecho su agosto. Lo que estamos viendo estos días, ya no es información de un triste suceso sino carnaza informativa buscando el morbo en su mayor extención.

Se ha satanizado a sus padres, cuando no hay una sentencia que diga que son culpables. No dudo del buen trabajo de la policía y parto de la base que no los han podido imputar sin pruebas concluyentes. Pero hay que recordar que son inocentes mientras no se demuestre lo contrario.

Si son culpables, y se demuestra, soy el primero en desear que paguen de acuerdo con la ley. Pero si al final son inocentes y aparece otro culpable,  el daño causado a sus personas será irreparable. Por lo tanto pido a todos que mantengamos la sensatez y no juzguemos. Dejemos de regodearnos en detalles cada vez más escabrosos y dejemos que la justica haga su trabajo para poder darnos una explicación y comprender que ha sucedido realmente.

Asunta ha muerto y creo que no merece este circo mediático.