Quiero beber tu nombre
entre tranquilos rastros
de nuestras tardes.
Deseo recordar tu voz
uniendo nuestros karmas.
Y tu sonrisa
me persigue suave,
tranquila,
allá donde vaya
allá donde digas.
Y sé que nos veremos
frente a frente.
Nada pido,
nada deseo,
salvo tu voz
salvo tu risa
salvo tu historia.
Y las risas
se desbordarán;
mi hombro será tu hombro
y el tuyo será mío.
Y un dique se romperá
una barrera,
una frontera,
una incertidumbre.
Porque un día
frente a frente
sabré lo que piensas
descubrirás quienes éramos.
Y te prometo
que me dejaré
atrapar por tus palabras,
allá donde estemos
allá donde digas
allá done vayas.
Bellísimo.
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