En la noche
tu rostro alcanza su belleza
tus ojos descubren mil matices
y mi alma entra en su climax
cuando te acaricio.
Es cuando tu sorisa me dice te amo
tus manos buscan mi cuerpo
me rozan,
me quieren
y un dialogo se hace monocorde
en mitad de los preludios
entre silentes respuestas.
Es la noche;
la penumbra nos llama
y nos llena.
Sintiendo
en mitad de una noche
de rostros que aman
de amores tranquilos,
silenciosos,
eternos.