Conozco el eco
de esos pasillos solitarios,
donde se aguarda un milagro
que nunca llega.
Sé lo que pesa
el saber,
que del otro lado,
quien es tu todo,
se desvanece.
Soy consciente
de la ruta dolorosa
por esos corredores
donde
tantos encuentran el final,
convirtiendo
un hospital
en el reino de las eternas despedidas.
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