Hubo una citania en occidente.
Existió un mundo con su ría.
Y de aquellas piedras
fue villa
fue alma
fue sangre.
El sol iba y venía
fundiéndose en
un agua
única,
increíble.
Los años estaban
y la citania
crecía
y crecía.
Surgió una ciudad fiel
una ciudad leal,
una ciudad valerosa.
Siempre luchadora
trabajadora
sin miedos.
Surgió
una increíble explosión
una hermosa cuidad
inimitable
generosa.
Ayer Búrbida
y hoy
la siempre benéfica
ciudad de Vigo.