Hoy he olido
tu perfume en otro cuello;
hoy he recordado
tu sabor en otros labios
y mis dedos
han palpado tu sinuosidad
en otra piel.
Hoy he recordado
nuestros paseos
abrazado a otra mano.
Hoy
las piedras cambiaron de ciudad.
Y los zafiros
huyeron entre lágrimas.
Porque hoy
he olido
tu perfume en otro cuerpo
y tus labios en ajenos besos.
Porque han invadido
mis presentes
con tu esencia,
con tu amor
y también tu recuerdo.