Melodía descoordinada
de descentradas calles
y la mente
camina entre sus laberintos.
Entre esferas de memorias
que ni yo
soy capaz de entender.
Y sigo
buscando mis porqués.
Y sigo
sin saber
por qué me humillo ante tus ojos.
Y por qué tu risa
se vuelve mía cuando te recuerdo.
Y es cuando deseo estrecharte
besarte,
amarte,
despertarte,
cuando veo tu cara dormida
silente
entre sueños que desconozco
aunque los intuya.
Y seguiré
buscando mis respuestas,
levantando
cada piedra de nuestra ciudad.
Hasta que tu mirar
me diga ven
me grite llega
y me diga
que un día me quiso,
que un día me amó
y me hizo llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario