Poemas que gritan justicia
que no quieren pedir venganza.
Poesía que no quiere dislates
que los desmanes no se cumplan.
Gente que llora y se indigna
culpables que sonríen
que se burlan.
Y denuncio escribiendo poemas
me indigno
cuando la ley deja de serlo
y se convierte en arma de asesinos,
de criminales irredentos.
¡Indignaos, ahora sí!
¿Es esta la Europa que queremos?
¿que nos niega la justicia?
¿que se ríe de las víctimas?
¡Indignaos, ahora sí!
porque no hay manos que recojan nuestras lágrimas,
ni bocas que nos recen.
Han abierto las celdas
se han cerrado los despachos.
¡Indignaos, ahora sí!
Porque han matado la palabra,
han secuestrado la bondad,
y se han reído de nosotros.
¡Indignaos y salid!
porque los honrados abundan
porque hay que gritar justicia
para no exigir la venganza.
¡Indignaos y salid!
Porque ya no somos iguales
porque secuestran la libertad
y las manos se alzan
en un eterno grito
que desgarra las almas.