TANTAS COSAS

Quisiera decirte cosas que los años me negaron,
historias que dejaron jirones de preguntas
que jamás respondieron.

Fueron odios ficticios de quien amó,
sintió y dijo.
Fueron noches de vacío
noches color ira.
Fueron noches de ceguera.

Gasolinas familiares que inflamaron,
falsos amigos con destornilladores.
Cronistas de lo que a nadie importa.

Y ganó el general Tiempo,
batallas que nunca quise
luchas estériles para nada.
Un vacío iluminado por noches.

Solo tú entiendes mis palabras al desgranarlas
solo tú entiendes
mi paseo solitario por mi yo.
Un pasado que lo es,
un presente tranquilo,
y un futuro que sabré.

SEGUIRÉ ESCRIBIENDO POEMAS

Turbulentas historias que nos alzaron

en temibles relatos.

Solo soy humano,

un hombre que siente

ante una caricia

que se embrutece ante la maldad

y desea ante las pasiones.

Sé que seguiré escribiendo poemas;

historias interiores de quien cree

ante momentos culminantes.

Seguiré escribiendo poemas

porque soy hombre,

porque no soy solo materia,

y porque lo que siento

es de un metal más pesado.

SABER QUE EXISTES

Saber que existes

es volar en caída libre.

Es notar tu mano en mi cara

sin haberme tocado nunca.

Saber que existes

es sentir tus lágrimas

y notar su rastro con mis besos.

Saber que existes

es no buscarte nunca

para encontrarte siempre,

siempre.

CUANDO SE QUIERE

Cuando se quiere

nunca existirá un límite.

El amor es puro,

transparente;

carece de cristales opacos

cargados de ideas.

Cuando se ama

se mira a los ojos a la otra parte.

No existen colores prohibidos,

tan solo el verde llamada,

el rojo divertido

y el azul descanso.

No hay normas que proscriban querer

no hay ritos que impidan amar.

Tan solo dos.

Ojos frente a ojos,

labios frente a labios

y un abrazo

que marque una unidad.

IDEAS QUE RETORNAN

Hay tardes que se llenan de ideas vacías,

encantos indefinidos

con una botella por contrabando.

Son ideales bellos de figuras escogidas

que remarcan lo que nunca deseamos

con incendios remanentes en  rellanos de escaleras.

Perdidas las ceremonias de callejones hostiles,

de gatos encerrados en perennes mazmorras

liberados por una mano

que ensalza pensamientos que nadie comprende.

Cosas imaginadas a la vuelta de todo

de mil trabajos, cuarenta alegrías y dos desengaños.

Son ideas cargadas con cartuchos de memoria,

aprendizajes que nadie te pide

hostilidades vacuas, tremendas, rotundas,

que ya  nadie rechaza 

y que nunca se olvidan.

LA RESURRECCIÓN DE TYRON O`HARA (Café Jessy)

La única vez que se celebró un velatorio en el Jessy fue cuando murió Tyron O`Hara. Dado que era irlandés y en la frontera de Manhattan no había un sitio adecuado, sus amigos pidieron al dueño celebrarlo en el local. El dueño del Jessy aceptó, bajo la condición de que sólo se bebería el whisky que él pusiese con un incremento del veinticinco por ciento del precio de la botella. De todos era conocida la generosidad del dueño.

Todo transcurrió con la normalidad hasta que cerraron el ataúd tras despedir a Tyron. Fue la última vez que vieron a Tyron O`Hara sin vida. Mientras se efectuaba el último brindis se oyó como alguien tiraba de la cadena del servicio y salía. Los más cercanos se volvieron a ver quien era y pegaron un grito de terror. El grito se extendió por todo el local y la fuga al galope fue total. Ante la puerta de los servicios Tyron O´Hara contemplaba la escena quedándose con el local y el ataúd para el solo.

Cuando el miedo se diluyó, regresaron al local, con Tayler a la cabeza. Habían desaparecido el ataúd, el muerto, el whisky y la caja registradora.

Si hubieran averiguado un poco sobre O`Hara habrían descubierto que en sus buenos tiempos fue mago y como especialidad el mejor escapista de Nueva York.

MI SILENTE ESPÍRITU

Entra en tu cama

y mi silente espíritu te abrazará 

entre los pliegues de la noche.

Olerás mis besos en tu aire,

y notarás mi cariño entre tus dedos,

los labios se humedecerán ante mi recuerdo.

Saciarás tu curiosidad de amor distante

tus yemas encontrarán mi piel en el aire

gritando 

un estremecimiento de ahíto placer descubierto.

Sentirás mi calidez en tu interior,

de libertad invisible de serenos carismas.

Entonces tu alma será una fuente sin fin

que manará claridad con caudales serenos.

Llevado por cuatro mil torrentes

y a un  sólo afluente mutado en apacible recuerdo.

 

Entra en tu cama si estás sola,

porque mi silente  espíritu te abrazará,

entre los ordenados surcos de esta noche.

Porque fuego y músicas arderán

en resonante notas calladas

hasta que rompa de la aurora.

DAME

Cuando me alcanzó el alba tupida

quería dimitir dolor.

Cuando te recordaba durmiendo

quería sentir tu color.

Dame lo que me has llevado:

los recuerdos,

nuestra historia,

tu temor.

Cuando cayó la noche

quise dejar de ser yo.