Aquella hiedra que entró en los recuerdos,
silente entre nuestras grietas.
Aquella hiedra abrió muchos ojos;
verde hiedra
verde hoja.
Con ribetes amarillos cincelaste memorias,
a blandas paredes te amarraste.
Hiedra furtiva,
hiedra salvaje.
Sibilino espíritu que nadie llamó
inquietante hiedra,
tremulosa memoria.
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