viernes, 13 de mayo de 2011

A MIGUEL HERNÁNDEZ




Como el toro, naciste para el luto
y unas rejas entre espasmos decidieron tu partida.
Víctima insigne de una victoria
de una liberación que nadie entendía,
mientras un dramaturgo,
entre codos y espaldas
escribía en carbón tu retrato
cincelado de golpes y memoria.

Poeta de las ovejas,
pastor de las palabras.
¿Dónde están los andaluces de Jaén?
¿dónde los aceituneros altivos?
Tal vez en una celda por preguntar
de quien eran
esos olivos.



3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias si te ha gustado puedes compartirlo en las redes sociales. Será el mejor homenaje a la memoria de este poeta que tuvo un inmerecido final

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